lunes, 11 de junio de 2012

Tao - Una perspectiva del mundo

El "Libro del Tao" es una de las obras que han marcado mi vida y creo que uno de los libros de filosofía que más he leído, después de la biblia. Esta es la traducción que más me agrada de Tao Te Ching (Traducción al Español realizada por Antonio Rivas). Tiene muchos elementos que hacen que me agrade por su universalidad y por la aplicabilidad a un universo de situaciones y áreas que me recuerda como los principios son universales y eternos, no así las doctrinas que van y vienen con el tiempo y nuestra raza.

Lo primero que me llamo la atención cuando lo leí por vez primera es que se desprende de nuestra idea occidental de la deidad personificada. Me recuerda esto un tanto al la deidad irrepresentable adorada por los israelitas en el desierto. Plantea inicialmente nuestra incapacidad por comprender algo de tal naturaleza, una diferencia clara respecto de las mayoría de las interpretaciones del cristianismo y sus diversas sectas que pretenden tener el monopolio sobre la interpretación autentica de la voluntad divina, si es que existe tal.

Lo siguiente que hace es intentar desprenderse de las concepciones del bien y el mal que hemos creado, abstracciones de concepción dudosas de seres (humanos), algo que a Friedrich Nietzsche esbozo casi 14 siglos después, ¿vamos un poco atrasados en lo que a filosofía respecta, no creen? En fin "Nadie es bueno sino uno solo: Dios", parece alguien con tiempo suficiente ya había enseñado en otro lugar.

Continua con una disertación que indica que el despojarse de la riqueza, la ostentación y la ambición conduce a la convivencia pacífica. Un principio amplia mente difundido y alabado entre nuestra sociedad occidental, lastima que muy pocas veces tomado en cuenta y muchas menos llevado a la practica de forma individual ni colectiva, después de todo que tantos de nosotros "vende todo lo que tiene y se lo da a los pobres" en pos de un tesoro "donde este nuestro corazón". La diferencia que establece entre lo que es o no valor o lo valioso me sorprende siempre "la riqueza proviene de lo que existe, pero lo valioso proviene de lo que no existe", es como mínimo una invitación a la reflexión sobre lo que es de valor.

 La auto renuncia y servicio a los demás es otro precepto planteado en este libro. "La Naturaleza es semejante a un fuelle; vacía, pero satisface todas las necesidades", "el sabio se sirve a si mismo en último lugar, y se encuentra atendido". Esto conlleva luego a una tentativa por definir la virtud.

Se puede también apreciar algunos principios presentes sobre la vida en sociedad, como se requiere de remedios personales y de como los verdaderos logros sociales son la consecución de los objetivos comunes. Algo de sostienen algunas teorías económicas disque modernas, alguna que otra religión y que en un inicio planteaban también algunos movimientos socio-políticos basados en ideas utópicas.

Sobre todo la intención de ayudar a alcanzar una perspectiva equilibrada del mundo y nuestro lugar en el, nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea y la forma que sería mejor percibirlo. Los invito a desprenderse de todas sus pre-concepciones y a que no se cierren a a ver las cosas como un pequeño mundo que se reduce cada vez más. Tiene que saber que hay mas allá des las fronteras de tu religión, tu sociedad y de uds. mismos. Tal como el mundo es tan vasto no pueden quedar satisfechos con conocer o saber lo que existe solo en su pequeña parcela del mundo.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Acerca del amor

Recordé que algún día hable con alguien sobre este tema, y que también había publicado una nota sobre esto en facebook. Resulta que en realidad no ha cambiado mucho mi perspectiva de las cosas desde entonces y desde hace mucho que alcance la comprensión de esta verdad (no digo que absoluta porque esas pueden no existir, pero si evidente e innegable). Pero ya que vamos a hablar de amor lo mejor sera que nos pertrechemos bien de víveres porque este tema da para rato, aunque procurare no hacerlo más extenso y complejo de lo que ya resulta sin necesidad de hacer una análisis sobre el.

El "amor" es uno de los conceptos universalmente presentes, pero con significados variantes y con representaciones y usos lingüísticos diferentes, producto de las diferencias socio-culturales. Este hecho plantea sin lugar a dudas (una vez hayamos desechando nuestras preconcepciones sobre el amor) dos cosas: 1) el amor es un concepto universal de existencia innegable y 2) que su expresión y significado esta relacionado a nuestros tejido social. Dado que esto no pretende ser un estudio extenso del amor en la sociedad, hemos de centrarnos en todo caso en lo mas elemental que son las implicaciones y como esta determinado más allá de las expresiones y representaciones, lo es en ultima instancia este noble concepto, creo el más excelso que pudo haber fabricado dios o el hombre.

La traducción de la Biblia Reina Valera 1960 en el verso 7 de la Primera Carta a Juan Capitulo 4, define el amor como Dios mismo, en una doble implicación equiparando ambos conceptos "Dios" y "Amor". Cabe señalar no hay grandes variaciones entre la mayoría de las traducciones de la Biblia que puedan llevar a alguien a discrepar en el punto expuesto. Por ende lo que ahí se enuncia es que o bien el amor es algo divino que se encuentra más allá de lo humano, y que es la mayor expresión de la divinidad. En ese punto los cristinos no difieren mucho de varias corrientes del islam donde cree que el amor es la proyección de la esencia de Dios sobre el universo.

Desde el punto de vista del budismo, el amor "puro" proviene de un estado de pureza espiritual al que los seres humanos pueden llegar mediante la liberación de las llamadas emociones perturbadoras (deseo y apego, odio e ira, ignorancia, orgullo, envidia), inherentes al mundo material o samsara. Mediante la compasión, el desapego del mundo material, y la meditación, puede aumentarse paulatinamente la capacidad de funcionamiento de todos los chakras, incluyendo el chakra del corazón, de tal modo que es posible amar conscientemente y eliminar el sufrimiento asociado al amor ordinario hasta alcanzar el llamado estado de iluminación, en el que existe un amor incondicional hacia todos los seres sintientes, equiparable al que, por ejemplo, puede sentir una madre por su hijo. Según esta corriente de pensamiento, el amor mantiene unidas todas las cosas, y nuestra conciencia crea el propio universo.

Esto me recuerda lo que dice la Biblia en la Primer Carta a los Corintios (13:4-13) "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Si los expuesto por el budismo y el cristianismo no es semejante, para no caer en el error de afirmar categóricamente que se trata de lo mismo, entonces creo que estoy perdiendo mis capacidades para leer y conceptualizar.

En las doctrina Hindú encontramos una concepción semejante, en La Bhagavadgitá - considerado el núcleo de la esencia filosófica y espiritual del hinduismo - (7,10; 9,18) Krisna dice: " Yo soy ese amor que existe en las cosas creadas, que no es contrario a la justicia". Hasta este punto las creencias mas difundidas en el mundo occidental y de oriente medio y lejano no difieren mucho en relación a este asunto. Es el amor pues la máxima aspiración del ser, el camino, la meta y el origen de si mismo y de todo lo que existe. Lo que nos hace notar que no somos tan diferentes en esencia, pero esto es algo que dejaremos para otra disertación.

Regresando al tema y a una definición más cercana a nosotros los hablantes del español, la Real Academia Española define la palabra amor de las siguientes maneras:

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

Contrastemos ahora esto con otra definición extraída también del diccionario de la Real Academia Española el de enamorar o enamoramiento:

1. tr. Excitar en alguien la pasión del amor.
3. prnl. Prendarse de amor de alguien.
4. prnl. Aficionarse a algo.

Resulta evidente, a la luz de nuestro propio lenguaje, que tratamos con dos cosas diferentes, tened este último concepto en mente puesto que hemos de usarlo posteriormente.

De la definición vemos que el amar implica una acción "consciente" de nuestra parte que involucra a otro ser o seres que son objeto de nuestro amor. En este punto nos encontramos en capacidad de afirmar que el amor es un proceso que implica "conciencia" y "voluntad" de ello, cuya práctica requiere además de empeño la superación personal y espiritual hasta un grado excelso. Podemos notar, para aquellos que no les resultaba ya evidente, que la práctica del amor no es para cualquiera y que no cualquiera puede afirmar que ama tan ligeramente como si se tratase de algo simple de demostrar como un teorema matemático elemental.

Aclaremos estos conceptos para que uniformemos nuestra definición de "conciencia" y "voluntad" en nuestra lengua. Según el diccionario de la RAE voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta, y la conciencia la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta, el conocimiento reflexivo de las cosas, un acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.

Partiendo de esto nos es posible plantear que el acto de amar y de expresarlo no es como muchos plantean algo netamente emocional (dejare que ubiquen uds. mismos este concepto). El amor implica como mínimo una decisión. Lo anterior no desestima la perspectiva romántica del amor que ademas de ser parte integral de esto junto a sus expresiones, es indispensable. Cabe destacar que no estamos negado con esto que existan elementos de orden biológico, social y psicológicos que tomen parte en esto, pero deben notarse que son todos circunstanciales, y no es el objetivo analizarlos acá.

Al amor, para ser llamado así, debe entonces encontrarse más allá de nuestras necesidades individuales o circunstancias de cualquier tipo, entre estas la necesidad natural de tener una pareja, o la formación de un núcleo familiar (bloque elemental de construcción de la sociedad), etc.

Reduzcamos el asunto a un ámbito particular, dado que el amor es algo tan amplio restrinjamos nuestro campo al que se establece entre parejas o otro tipo de relaciones semejantes. Independientemente de nuestras preferencias personales, entorno social y económico, suponiendo que tenemos libertad relativa para el simple hecho de seleccionar una pareja entre las cantidad disponible de opciones que se tengan, se reduce el asunto a un problema de selección y decisión. Notese que estos últimos dos conceptos no son equivalentes en español.

Voluntad para escoger entre las alternativas y decisión para sostener con firmeza la elección y que voluntariamente hemos realizado. Aun cuando esto suene lo más normal del mundo, cabe destacar que no en todas las sociedades se dispone de las libertades que otros disponen y que los criterios de selección son variables; sin embargo la aplicación de la primicia acá planteada es ineludible.

Aun en el hipotético escenario de una isla habitada por solo dos individuos, se mantiene la posibilidad de elección y la voluntad. Incluso siendo aun contrariada la voluntad no por ello deja de existir. Llegamos a la conclusión (aún cuando llegar a conclusiones nunca ha sido mi objetivo) de que en este caso particular de las relaciones de pareja o semejantes, independientemente de las condiciones en que estas se desarrollen, el uso de la la voluntad y la decisión permanece inalterable, estando el hecho de amar sujeto a estos dos.

Concluyo esta disertación reiterando que el amor en el caso del ser humano es una cuestión de voluntad y decisión, como ya venia sosteniendo hace un tiempo y como pretendía mostrarles con el mayor grado de objetividad el significado e implicaciones del amor, "aspiración máxima del ser".

miércoles, 8 de febrero de 2012

El sufrimiento y la experiencia de vida

Antes había reflexionado sobre lo aparentemente antagónico de las concepciones humanas sobre la existencia y una ves más atisbo a ver como no somos tan distintos a este respecto tampoco. Me refiero a que concepciones como el sufrimiento y el dolor como parte integral de la existencia humana son inherentes a todas las culturas. Esto me recuerda un fragmento de una de mis películas favoritas "The Matrix" cuando Smit diserta sobre la naturaleza humana y dice: "El ser humano define su realidad mediante el sufrimiento."

Ciertamente nuestra raza (la humana) considera como algo excelso el lidiar con el sufrimiento. Los santos lo vivieron y soportaron, los héroes se forjan en las batallas y los profetas son probados en el desierto y la adversidad. ¿De donde proviene este impulso básico que es casi una necesidad elemental?, ¿ Podríamos acaso vivir sin ella o es a caso imprescindible?

El mito, la historia, tradiciones orales y otras versan siempre sobre la elevación del ser humano o de sus modelos o guías sobre el sufrimiento, la adversidad o la inminente fatalidad. Aun en nuestros días donde la erradicación de los males y el sufrimiento parece el ideal de nuestra raza tenemos claros ejemplos de ello como parte de nuestra existencia.

La literatura, las obras cinematográficas y otras facetas de la expresión artística y cultural encontramos muestras de esta realidad innegable. Puede que hoy a diferencia de antaño muestras como estas tengan una finalidad comercial con el lucro como meta última; sin embargo no deja de suplir una necesidad humana poco comprendida, hasta hora.

Las sociedades de oriente e india habían contemplado ya el sufrimiento como parte integral de la experiencia de vida. Se le atribuye a buda la siguiente expresión:

todo sufrimiento proviene del deseo y de la ignorancia de la verdadera condición del ser humano. Por consiguiente, quien elimina el deseo elimina el dolor y, si no somos ignorantes, si somos conscientes del morir de toda vida, desaparece la preocupación por el mundo material, nos liberamos de la concupiscencia, del anhelo, de la ilusión, del egoísmo de la personalidad. Por lo mismo, la vejez, la muerte y la rueda de las reencarnaciones quedarán superadas.

El punto central es liberarse de aquello que es la causa del dolor, la cual es parte de la naturaleza humana. Notese que libertar se vuelve ahora una noción importante en este tema, porque describimos nuestra realidad con dolor pero nuestra finalidad es liberarnos de ello. Y acá podemos ver como nuestra visión de la existencia se centra en dos concepciónes antagónicas.

La doctrina cristiana concuerda también en que la libertad es el mayor anhelo del ser humano, cuando cita:

conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres

Es de notar que la doctrina cristiana atribuye como el origen de los males de la humanidad al pecado, por tanto la libertad del pecado es la finalidad del cristiano. Para alcanzar esta meta el cristiano cuenta con el gran ejemplo de sacrificio y renuncia a si mismo que provee Jesús en su doctrina. También se prepara al cristiano para aceptar el sufrimiento como parte de la vida y como una fuente de superación espiritual.

Se da un fenómeno interesante cuando se erradican problemas sin haberlos padecido. Es como erradicar una enfermedad de forma total, las generaciones posteriores no desarrollan la inmunidad ante ella y se verán gravemente afectados en caso de un resurgimiento de la misma, además de retrasar la evolución al impedir la adquisición de nuevas características útiles y limitar la capacidad de adaptarse.

Cuando se priva a un ser de la exposición a agentes que le ayuden a desarrollar tal inmunidad, sera necesario que supla este déficit de alguna manera. Un claro ejemplo de estas imperiosa necesidad lo vemos en la juventud moderna de algunas sociedades aquellos nacidos en condiciones mas o menos favorables y que no han debido pasar por lo que sus predecesores requieren de esa experiencia de vida pero no la encuentran en su mundo, es ahí donde la industria del entretenimiento y otras actividades (no siempre positivas) encuentran un lugar explotando ese impulso del ser.

El malestar que presentan los adolescentes y jóvenes en la sociedad de traspaso es un nuevo sufrimiento. Distinto del malestar de épocas pretéritas. La idea de sufrimiento encantado y desencantado. Las adolescencias de hoy no son las adolescencias de la modernidad.

Tanto en las sociedades occidentales como orientales se preparaba a los jóvenes para afrontar la realidad que les circundaría, eliminando los temores y apegos, preparándolos para recibir incluso la muerte sin temor. Hoy en día ni siquiera logramos hacer que nuestros jóvenes estén preparados para la simple convivencia social. No los instruimos en como resolver sus problemas y como encontrar la respuesta a sus dilemas, no les mostramos como buscar, ni como entender lo encontrado. Así al intentar protegerlos los condenamos a ellos, a nuestras sociedades y civilización al la extinción por la destrucción de nuestra identidad como especie, negandoles la compresión del autentico estado y naturaleza del ser humano. Cuando la experiencia de vida carece del contexto necesario para dotarle de significado para el ser, entonces no pude elevarlo por encima de su condición resultante y continua buscando como lograr esa meta que aun cuando de forma consiente no reconozca, al nivel más elemental continua ahí, como una astilla clavada que debe extraer.

Es pues el sufrimiento tan necesario en la experiencia de vida como imperativo es superarlo. Se los dejo ahí sin ánimos de llegar a conclusión alguna, solo para tenerlo presente en los días que tengamos sobre esta tierra.

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