jueves, 15 de agosto de 2013

El Líder

Con regularidad escuchamos hablar mucho de aquello que se espera de un buen empleado, de un buen elemento del equipo de trabajo; pero son pocas la ocasiones en que leo artículos relativos a lo que se espera de un buen líder. Muy poco se dice al respecto, debido probablemente a la falta de interés en este asunto. Aun cuando no he tenido la oportunidad de llegar a ser un líder en muchas ocasiones pero sí de ser subordinado, y dada la falta de buenos artículos a este respecto, me aventure a escribir uno propio.

 Tomando algunas películas que he visto últimamente que tratan sobre oficinas y las relaciones con los jefes y con el resto de personas en tu entorno laboral me pregunte que tan cercana es la realidad a estas comedias de humor negro que me causan tanta gracia. Quizá alguno de nosotros se ha sentido como alguno de los personajes o bien esta del otro lado y no tiene idea de como cambiar esa revertir esa visión que los demás tienen de el. Pues bien acá le dejo esto, he intentado hacerlo un poco más interesante, he agregado algunas citas de Confucio y sus cuatro libros clásicos que nos darán una pauta sobre el tema.

De modo que este artículo ahonda en la pregunta ¿qué espero como subordinado o dirigido de mi líder o líderes? He puesto mucho de mi experiencia personal, y algunas de otras personas, nuestras opiniones y palabras como subordinado, así que ustedes perdonen si este artículo parece un poco sesgado.  No intento denigrar el trabajo de los jefes que tienen el gran reto de ser líderes además, es un trabajo muy duro; sino hacer algunas observaciones desde esta perspectiva de cosas que no contribuyen o impiden conseguirlo.


Confianza


"Resulta totalmente imposible gobernar un pueblo si éste ha perdido la confianza en sus gobernantes."

En situaciones de tensión cuando tienes un cliente insistiendo en interrumpirte, uno o varios proyectos en estado crítico y para completar tu hija o tu esposa con algún problema, es entonces el momento en que tu superior puede hacer alguna de las siguientes cosas: a) agregar mas leña a la hoguera y decirte algo que termine por date un ataque de pánico o bien b) hacerte saber que lo importante es la búsqueda de soluciones y que el equipo esta para respaldarse unos a otros en este fin.

La confianza es un elemento clave de las relaciones de todo tipo (amistad, pareja, familia, compañeros, etc.). Si bien como miembro de una organización se espera que seas confiable, para un líder ganar la confianza de sus gobernados o subordinados no es tarea fácil. La mayoría suele establecer una cierta distancia de aquellos de mayor rango en la jerarquía de autoridad y entre mas larga la cadena de mando mayor sera esa distancia. El líder encuentra el reto de ganar la lealtad de aquellos bajo su dirección, cuando inicialmente estos no tienen razones para confiar en el. La confianza en las relaciones de todo tipo es fácil de perder y difícil de ganar, y es vista como una inversión por ambas partes. Es decir el líder deposita su confianza en sus colaboradores y estos en el. El objetivo es ganar aquello que se deposita y acrecentar su valor al igual que en cualquier otra inversión. Así los subordinados deben poder percibir que su líder confía en ellos conforme se hacen dignos de esta confianza por medio acciones meritorias y del conocimiento de su carácter y habilidades.

Cuando un líder colma con promesas sin resultados concretos a los miembros de su grupo o bien las personas perciben que lo que discursa no esta en concordancia con lo que hace (esto se llama demagogia) estas pierden la confianza en lo que se promete o se dice.Cuando esto ocurre en una empresa al igual que en las naciones la población pierde la motivación porque ha perdido la confianza en sus lideres, sus planes y promesas. Esto conlleva al estancamiento de los proyectos y con el tiempo las personas se marchan o bien es origen de grandes revoluciones.

Ligada a la confianza se encuentra la lealtad, que se convierte en un activo importante para la empresa. Los empleados no deben ser vistos como un recurso que se posee y del que se dispone de forma arbitraria; sino mas bien como una inversión de la que se espera un rédito. Cuando se usa esta perspectiva se suele eliminar muchos de los vicios de los tratos a los empleados. Los empleados leales y experimentados deben ser tratados como un activo importante para la empresa.


Auto control


"Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres."

Un buen líder no puede esperar que aquellos bajo su dirección hagan algo que el no esta dispuesto ha hacer o bien no hace. Para controlar cualquier situación lo primero ha de ser estar uno mismo bajo control. La ira, arrogancia, indecisión, terquedad y obsesión son algo en que se debe evitar caer. Una persona con auto control es capaz de convertir situaciones de extrema tensión en oportunidades, que finalmente pueden traducirse en resultados positivos, o al menos lecciones de utilidad. Para los grandes generales o guerreros esto significaba la diferencia entre la vida y la muerte propia o de sus subordinados.

Cuando en tu trabajo estas presionado por los tiempos de entrega, tienes al cliente preguntando constantemente, a tu supervisor haciendo lo mismo lo menos que quieres en ese momento es que tu jefe sucumba igual a la presión y agregue más tensión a tu ya tensa situación, es más no queras que se cerque a compartir sus preocupaciones y frustraciones respecto de tu trabajo.

Cuando los dirigidos reconocen en su líder este control de si mismo y de las circunstancias, podrán encontrar en el aquello que necesitan ya sea tranquilidad, confianza, motivación, etc. Las personas actuaran de forma más eficiente y motivada si encuentran en su líder una persona digna de imitar, seguir o escuchar.


Buenos tratos


"Si respetáis vuestra propia persona y a todos nuestros semejantes, nadie podrá despreciaros; si sois generosos, os ganaréis el afecto del pueblo; si sois sinceros, nadie desconfiará de vosotros; si todos vuestros actos os aproximan al bien, vuestro mérito será grande; el amor a los hombres es la mejor arma para gobernar con eficacia."

El ser humano es muy susceptible del trato que reciben especialmente dentro de su grupo social. Lo que las personas que son importantes para nosotros hace, dicen y la manera en que expresan sus opiniones nos afectan grandemente. El buen líder nunca olvida que su nivel jerárquico no le confiere el derecho de maltratar a sus subordinados en forma alguna. Debe procurar ganar el respeto de sus subordinados, no su temor a las represalias y con ello el desprecio de estos. Los gobernados no esperan simplemente alguien que les de ordenes; buscan y esperan de su líder alguien que se interese verdaderamente por el bienestar del colectivo y las necesidades materiales y espirituales de cada uno de los miembros. Un buen líder es como un padre en muchos sentidos y debe aspirar a ser alguien con quien sea un honor y gusto el trabajar.

Cuando un jefe parece disfrutar en torturar a los miembros de su grupo con comentarios y acciones que les ofenden, o los rebajan o bien menosprecian la importancia de algún asunto de importancia para estos ten por seguro que ganaras su desprecio. Cuantas ocasiones no hay donde habría sido mejor que tu superior jerárquico se quedara callado antes de pronunciar las palabra que recordaras siempre como signo de menosprecio o de burla. "Desperdicia excelentes oportunidades para quedarse callado". Hay cosas que parecen sin importancia que cuando son tomadas en cuenta redundan en un sentido de bienestar para los miembros de un grupo. Un simple "bien hecho" o un "buen trabajo" harían felices a algunas personas, a otros el tener una engrapadora que no se atasque, poder usar el baño con tranquilidad, el tener suficiente papel sanitario, agua para beber o un lugar donde guardar su almuerzo, etc.

Si bien un líder no debe ser endiosado; debe tener el afecto de su grupo todo estas cosas son algo que el simple nombramiento no te confiere y que han de ganarse o perderse con tus acciones. El ganar algo de aprecio suele ser más difícil cuando se trata de un grupo y no de individuos por lo que el buen líder encontrara en ello un reto mayor.


Equilibro


"El buen gobernante debe ser generoso sin caer en la prodigalidad; debe cobrar los impuestos suficientes para llevar una vida digna, sin caer en la codicia; su porte debe ser digno y grave, sin dejarse llevar por una vana ostentación; debe tener autoridad, sin que su mando sea despótico; debe exigir con cautela la colaboración del pueblo en los trabajos públicos, para no suscitar su resentimiento."

Se dice que "la virtud es el punto medio entre dos vicios" extremar medidas y posiciones respecto de algo es lo mas contraproducente que se puede hacer si se trata de mantener la cohesión y sinergia de un grupo. Regularmente la media sera aquello en que todos o bien el grupo de influencia coincide.

Cuando tu jefe exhibe su automóvil nuevo, o te habla del nuevo inmueble que va a adquirir o del viaje que acaba de realizar por Europa con la familia, mientras pronuncia un discurso sobre lo bien que va la empresa y el crecimiento que esta teniendo, los nuevos proyectos que vienen en camino, al tiempo que te habla sobre la vida austera que debe imperar en la organización. Mientras tu has tenido que dejar el auto en casa para venir en auto bus al trabajo, y has acordado el comprarte solo un par de calcetines al año con tu pareja porque los niños necesitan uniforme para asistir a la escuela, dejar de utilizar el ventilador porque la cuenta de la luz es muy alta mientras que tu jefe te cuenta de sus medidas de austeridad personales. O bien te pide que trabajes tiempo extra un fin de semana mientras el se dedica tranquilamente a compartir ese tiempo con su familia y amigos. Todo esto resulta contraproducente y las personas aprenden a despreciarte.

Así mismo si colmas de atenciones a las personas al punto que crean que pueden aprovecharse de los beneficios que obtienen sin retribuir nada o muy poco a la organización las personas aprenderán a despreciarte. Claro este escenario se ve muy pocas ocasiones pero es posible en lugares donde las personas alcanzan algún nivel de comodidad y su productividad declina.

Dado que es inevitable que los dirigidos intenten sacar ventaja alguna, o se creen resentimientos por alguna cosa, es indispensable que el líder procure el equilibrio en su actuar. Las personas deben percibir que las acciones y decisiones de sus líderes redundan en beneficios para ellos sin sentirse explotados o abusados, a la vez que siente que debe contribuir de buena gana para mantener este bienestar.


Coherencia


"Lo que hacen los gobernantes es luego imitado por el pueblo. No puedes, por consiguiente, acusar ahora al pueblo de su proceder ni condenarlo por ello, pues ha imitado lo que había aprendido de su príncipe; ha devuelto que se le había dado."

Así es los líderes no pueden pedir a su grupo aquello que ellos mismos no hacen o no estén dispuestos a hacer. Tampoco que actúen de una forma en que ellos no lo hacen respecto de algún asunto. Si tu jefe no muestra respeto por ti o tu trabajo, entonces tu tampoco lo tendrás para con el, si tu jefe no parece dispuesto a sacrificar su tiempo por la organización tu tampoco lo harás. Cuando los lideres ven en la organización algo de que sacar provecho personal más que un provecho colectivo sus miembros lo verán igualmente y esto lleva al fin de la organización misma porque cada individuo en busca de su beneficio único actúa sin prestar atención a los demás buscando como sacar el mayor provecho posible.


Tampoco esas largas charlas respecto de la productividad, puntualidad y demás valores (charlas en las que justamente se pierde tiempo valioso que podría ahorrarse mediante algo un poco más breve) o como dijo Horacio "Sé breve, a fin de que lo que hayas de decir, las almas lo perciban dóciles y lo retengan fieles." 

Suele ser un error creer que por hacerlos venir mas temprano, o quedarse más tarde o acortar los tiempo para sus tareas lo va ha hacer más productivos. Los valores tampoco se pueden inculcar mediante ordenes sino mediante el logro del advenimiento de estos por parte de los gobernados como metas deseadas. Por cierto que el ponerse a si mismo como ejemplo de cualquier asunto casi nunca funciona como forma de aleccionamiento porque las personas se encuentran en circunstancias y medios distintos. No se pueden compara peras con manzanas y no resultara adecuado usarte a ti mismo como ejemplo si no haces que las circunstancias a que te refieres sean análogas a las de tus escuchas o cercanas a su estado anímico. Si te comparas a ti como líder, alguien probablemente en mejor posición económica que tiene personal que se encargue de esas cosas triviales como limpieza, cocina, escuela, lavado planchado, pago de servicios, etc. contra alguien que deba hacerlo todo por si mismo nunca resultara buena analogía.


Así los grandes líderes predican con su ejemplo no con sus discursos, las palabras que profieren inspiran a su gente porque son a penas expresiones de si mismos, su actuar y su forma de ser y de ver las cosas.


Presencia e influencia


"El buen gobernante encamina al pueblo hacia el bien con su sola presencia su acción es oculta e imperceptible como la de los espíritus. El influjo de su virtud se hace sentir por todas partes, como el de las sutiles fuerzas del cielo y de la tierra. La influencia de un buen gobernante no tiene límites."

Nada hay más cierto que un buen líder no es aquel que supervisa, organiza y ordena a todos y cada uno de los que forma parte del equipo u organización. Tampoco esta involucrado en la planificación de cada detalle o decisión. Esto no asegura que todo marche bien y por el contrario puede llevar a que sea visto como un gran entrometido o con algo de suerte como un totalitarista al mejor estilo del "Big Brother" del 1984 de George Orwell.

Regularmente una delegación efectiva de la autoridad, el contar con los niveles jerárquicos necesarios, he instruir a tu personal en una doctrina empresarial que refleje las ideas, principios y actitudes de los líderes es mas efectivo que sentirte vigilado y forzado a actuar de una forma determinada todo el tiempo. Aquellas cosas que queremos en nuestra organización al igual que como pasa con los niños no pueden ser logradas mediante ordenes simplemente sino por medio de un largo proceso de instrucción en que tu forma de ser es infundida en el y que modelara la forma en que actúe, reaccione y decida aun sin nuestra presencia. Este tipo de influencia sigue a las personas a donde vallan, lo replicaran y probablemente perdure mucho más tiempo que propia existencia.

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