Recordé que algún día hable con alguien sobre este tema, y que también había publicado una nota sobre esto en facebook. Resulta que en realidad no ha cambiado mucho mi perspectiva de las cosas desde entonces y desde hace mucho que alcance la comprensión de esta verdad (no digo que absoluta porque esas pueden no existir, pero si evidente e innegable). Pero ya que vamos a hablar de amor lo mejor sera que nos pertrechemos bien de víveres porque este tema da para rato, aunque procurare no hacerlo más extenso y complejo de lo que ya resulta sin necesidad de hacer una análisis sobre el.
El "amor" es uno de los conceptos universalmente presentes, pero con significados variantes y con representaciones y usos lingüísticos diferentes, producto de las diferencias socio-culturales. Este hecho plantea sin lugar a dudas (una vez hayamos desechando nuestras preconcepciones sobre el amor) dos cosas: 1) el amor es un concepto universal de existencia innegable y 2) que su expresión y significado esta relacionado a nuestros tejido social. Dado que esto no pretende ser un estudio extenso del amor en la sociedad, hemos de centrarnos en todo caso en lo mas elemental que son las implicaciones y como esta determinado más allá de las expresiones y representaciones, lo es en ultima instancia este noble concepto, creo el más excelso que pudo haber fabricado dios o el hombre.
La traducción de la Biblia Reina Valera 1960 en el verso 7 de la Primera Carta a Juan Capitulo 4, define el amor como Dios mismo, en una doble implicación equiparando ambos conceptos "Dios" y "Amor". Cabe señalar no hay grandes variaciones entre la mayoría de las traducciones de la Biblia que puedan llevar a alguien a discrepar en el punto expuesto. Por ende lo que ahí se enuncia es que o bien el amor es algo divino que se encuentra más allá de lo humano, y que es la mayor expresión de la divinidad. En ese punto los cristinos no difieren mucho de varias corrientes del islam donde cree que el amor es la proyección de la esencia de Dios sobre el universo.
Desde el punto de vista del budismo, el amor "puro" proviene de un estado de pureza espiritual al que los seres humanos pueden llegar mediante la liberación de las llamadas emociones perturbadoras (deseo y apego, odio e ira, ignorancia, orgullo, envidia), inherentes al mundo material o samsara. Mediante la compasión, el desapego del mundo material, y la meditación, puede aumentarse paulatinamente la capacidad de funcionamiento de todos los chakras, incluyendo el chakra del corazón, de tal modo que es posible amar conscientemente y eliminar el sufrimiento asociado al amor ordinario hasta alcanzar el llamado estado de iluminación, en el que existe un amor incondicional hacia todos los seres sintientes, equiparable al que, por ejemplo, puede sentir una madre por su hijo. Según esta corriente de pensamiento, el amor mantiene unidas todas las cosas, y nuestra conciencia crea el propio universo.
Esto me recuerda lo que dice la Biblia en la Primer Carta a los Corintios (13:4-13) "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". Si los expuesto por el budismo y el cristianismo no es semejante, para no caer en el error de afirmar categóricamente que se trata de lo mismo, entonces creo que estoy perdiendo mis capacidades para leer y conceptualizar.
En las doctrina Hindú encontramos una concepción semejante, en La Bhagavadgitá - considerado el núcleo de la esencia filosófica y espiritual del hinduismo - (7,10; 9,18) Krisna dice: " Yo soy ese amor que existe en las cosas creadas, que no es contrario a la justicia". Hasta este punto las creencias mas difundidas en el mundo occidental y de oriente medio y lejano no difieren mucho en relación a este asunto. Es el amor pues la máxima aspiración del ser, el camino, la meta y el origen de si mismo y de todo lo que existe. Lo que nos hace notar que no somos tan diferentes en esencia, pero esto es algo que dejaremos para otra disertación.
Regresando al tema y a una definición más cercana a nosotros los hablantes del español, la Real Academia Española define la palabra amor de las siguientes maneras:
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Contrastemos ahora esto con otra definición extraída también del diccionario de la Real Academia Española el de enamorar o enamoramiento:
1. tr. Excitar en alguien la pasión del amor.
3. prnl. Prendarse de amor de alguien.
4. prnl. Aficionarse a algo.
Resulta evidente, a la luz de nuestro propio lenguaje, que tratamos con dos cosas diferentes, tened este último concepto en mente puesto que hemos de usarlo posteriormente.
De la definición vemos que el amar implica una acción "consciente" de nuestra parte que involucra a otro ser o seres que son objeto de nuestro amor. En este punto nos encontramos en capacidad de afirmar que el amor es un proceso que implica "conciencia" y "voluntad" de ello, cuya práctica requiere además de empeño la superación personal y espiritual hasta un grado excelso. Podemos notar, para aquellos que no les resultaba ya evidente, que la práctica del amor no es para cualquiera y que no cualquiera puede afirmar que ama tan ligeramente como si se tratase de algo simple de demostrar como un teorema matemático elemental.
Aclaremos estos conceptos para que uniformemos nuestra definición de "conciencia" y "voluntad" en nuestra lengua. Según el diccionario de la RAE voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta, y la conciencia la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta, el conocimiento reflexivo de las cosas, un acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.
Partiendo de esto nos es posible plantear que el acto de amar y de expresarlo no es como muchos plantean algo netamente emocional (dejare que ubiquen uds. mismos este concepto). El amor implica como mínimo una decisión. Lo anterior no desestima la perspectiva romántica del amor que ademas de ser parte integral de esto junto a sus expresiones, es indispensable. Cabe destacar que no estamos negado con esto que existan elementos de orden biológico, social y psicológicos que tomen parte en esto, pero deben notarse que son todos circunstanciales, y no es el objetivo analizarlos acá.
Al amor, para ser llamado así, debe entonces encontrarse más allá de nuestras necesidades individuales o circunstancias de cualquier tipo, entre estas la necesidad natural de tener una pareja, o la formación de un núcleo familiar (bloque elemental de construcción de la sociedad), etc.
Reduzcamos el asunto a un ámbito particular, dado que el amor es algo tan amplio restrinjamos nuestro campo al que se establece entre parejas o otro tipo de relaciones semejantes. Independientemente de nuestras preferencias personales, entorno social y económico, suponiendo que tenemos libertad relativa para el simple hecho de seleccionar una pareja entre las cantidad disponible de opciones que se tengan, se reduce el asunto a un problema de selección y decisión. Notese que estos últimos dos conceptos no son equivalentes en español.
Voluntad para escoger entre las alternativas y decisión para sostener con firmeza la elección y que voluntariamente hemos realizado. Aun cuando esto suene lo más normal del mundo, cabe destacar que no en todas las sociedades se dispone de las libertades que otros disponen y que los criterios de selección son variables; sin embargo la aplicación de la primicia acá planteada es ineludible.
Aun en el hipotético escenario de una isla habitada por solo dos individuos, se mantiene la posibilidad de elección y la voluntad. Incluso siendo aun contrariada la voluntad no por ello deja de existir. Llegamos a la conclusión (aún cuando llegar a conclusiones nunca ha sido mi objetivo) de que en este caso particular de las relaciones de pareja o semejantes, independientemente de las condiciones en que estas se desarrollen, el uso de la la voluntad y la decisión permanece inalterable, estando el hecho de amar sujeto a estos dos.
Concluyo esta disertación reiterando que el amor en el caso del ser humano es una cuestión de voluntad y decisión, como ya venia sosteniendo hace un tiempo y como pretendía mostrarles con el mayor grado de objetividad el significado e implicaciones del amor, "aspiración máxima del ser".
Más allá de las Víctimas
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Para algunos es como morir y resucitar cada día, que esto nos mueva a
restarle valor a las cosas materiales y rescatar el valor de lo humano, de
lo cotidia...