miércoles, 19 de marzo de 2014

Mujer - hacia la reivindicación social

Si hoy la mujer no tiene en la sociedad global el lugar y reconocimiento que debería tener, no es tanto por la falta de movimientos feministas sino por la deformación y perdida de la idea de feminidad.

 Si hoy las mujeres deben luchar por alcanzar el reconocimiento en una sociedad no es porque nuca lo hayan tenido, sino más bien porque lo han perdido. Se ha ido perdiendo en la noche de los tiempos. Tomaremos algunos elementos para establecer al menos un punto de referencia acerca de la mujer.

La historia y naturaleza remotas


adam-und-evaEn este sentido no me interesa enfrascarme en esas discusiones sobre la feminidad moderna y el curso que debe seguir. Porque no soy mujer y a la verdad no se si pueda opinar sobre un tema que sigue siendo aún un misterio.

Puedo -dentro de las fronteras de lo conocido- determinar bajo que causas ha ido cambiando su rol en nuestras sociedades. Podemos iniciar buscando los mitos el origen de las sociedades mismas, sus mitos y creencias más ancestrales.

Mientras en en mitos como el hindú, el Judío e incluso en la mitología nórdica la mujer es un ser creado en igualdad de condiciones y con el mismo origen, en el mito griego la creación de la mujer surge de la venganza contra Prometeo y que trae los males a los hombres. Siempre me ha parecido curioso este mito.

 En la biblia se describe a la mujer como la ayuda idónea para el hombre, dado que no había podido encontrarla en el mundo natural. Se presenta entonces a la mujer como un don divino que constituye esa contra-parte que lo completa.

 Eduardo Velasco, en su libro "Esparta y su ley", nos muestra una perspectiva similar: "Los espartanos creían que en sus mujeres residía un don divino, y no eran las espartanas quienes les iban a convencer de lo contrario, de modo que procuraban estar a la altura de la devoción que sus hombres les profesaban".

Rousseau en su homenaje a la república de Ginebra que introduce su "Discurso sobre el origen de la desigualdad" las describe como "esa preciosa mitad de la república que hace la felicidad de la otra y cuya dulzura y sabiduría sostienen la paz y las buenas costumbres".

 Esa perspectiva es la que se ha perdido. Que no se confunda con la perspectiva de la mujer en el pedestal, que la transforma de nuevo en la "mujer objeto". Yo me refiero a la mujer como miembro con esa igualdad natural de posibilidades y libertad que la naturaleza le otorga. Libertad que no tiene nada que ver con detentar con orgullo la practica de los vicios que manifiestan la decadencia de las sociedades.

pintura-vaquiria-peter-nicolai-abro  Más allá de las particularidades de cualquier cultura, ¿que podemos encontrar?. En su obra "La mujer: bitácora de la familia" Felix Larocca nos arroja aun poco de luz sobre este aspecto.
"Para nuestra especie, la agrupación familiar es módulo nato, como igualmente lo es para las abejas la construcción de colmenas, para los arácnidos la tejedura de telarañas o para las hormigas la formación de colonias 
... que la familia evolucionó como un mecanismo de adaptación especie-específico. Siendo, de esta manera, constante, porque nuestra especie la precisa como estructura básica para su supervivencia, su reproducción y su defensa. La familia es la institución que goza del arraigo más significativo en la constitución natural del ser humano. ... 
La familia moderna, debido a la movilidad humana y a la creciente universalidad del divorcio, ha adquirido nuevas características en su significado. Significado que debe de ser estudiado, ya que impacta en la salud emocional de los hijos, en la de los esposos y en la economía general de las naciones mismas."

El cambio socio-económico


Conforme las sociedades cambian, van cambiando también los roles que toman los diversos integrantes de esta. En este sentido la evolución de las sociedades, el progreso de la ciencia y de la industria ha marcado la forma en que se establecen las relaciones sociales.

Algo que ya Ortega y Gasset, quien apoyo los movimientos feministas de su época, analiza en "La Rebelión de las Masas" cuando habla en "¿Masculino, o Femenino?" de como es distinta la visión de la mujer en la historia de las sociedades. Me parece que a acertó a lo que habría de suceder en nuestros días, a pesar de haber escrito esta cerca de los años 30 del pasado siglo.
"A quien ha pasado su juventud en una época femenina le apena ver la humildad con que hoy la mujer, destronada, procura insinuarse y ser tolerada en la sociedad de los hombres. A este fin acepta en la conversación los temas que prefieren los muchachos y habla de deportes y de automóviles, y cuando pasa la ronda de cócteles bebe como un barbián. Esta mengua del poder femenino sobre la sociedad es causa de que la convivencia sea en nuestros días tan áspera."
alchol-y-masculinización-de-la-mujerOrtega y Gasset criticaría, sin embargo, la "manía igualitarista" de algunos autores. De forma semejante Nietzsche arremetió contra el movimiento feminista de su época, lo hizo porque temía una masculinización de la mujer a causa de las ideas modernas, en el sentido de privarla de su naturaleza intuitiva y aguda y convertirla al racionalismo dogmático y estéril de muchos hombres decadentes.

 La modernización tiene su cuota de responsabilidad en esos cambios. Al ser las mujeres parte de la población económicamente activa, se vuelven también objeto de la barbarie que los sistemas de producción modernos, y de la concepción del éxito y el bienestar que nuestras sociedades han forjado. Lo que no solo afecta a las mujeres, sino a todos los individuos sin importar su genero, formación, escolaridad o etnia.

Marx describe esto en "El Manifiesto comunista" cuando dice:
"Las condiciones de existencia de la vieja sociedad están ya abolidas en las condiciones de existencia del proletariado. El proletariado no tiene propiedad; sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen nada de común con las relaciones familiares burguesas; el trabajo industrial moderno, el moderno yugo del capital, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Norteamérica que en Alemania, despoja al proletariado de todo carácter nacional. Las leyes, la moral, la religión son para él meros prejuicios burgueses, detrás de los cuales se ocultan otros tantos intereses de la burguesía."
Es probable que no compartamos toda la visión de la historia, la sociedad y de las relaciones y modelos económicos de Marx. Pero hay una afirmación que no podemos negar "Las condiciones de existencia de la vieja sociedad están ya abolidas". Las relaciones sociales han cambiado, pueden preguntar a sus padre o abuelos y confirmar esta aseveración. Es la realidad de esta otra aseveración la que es realmente preocupante.
"cuanto mayor es el desarrollo de la industria moderna, mayor es la proporción en que el trabajo de los hombres es suplantado por el de las mujeres y los niños. Por lo que respecta a la clase obrera, las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social. No hay más que instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo"
Amamantando-andrea_solarioLo que muchos catalogan como una des-humanización del ser humano ante las relaciones económicas de la modernidad, lo padecen igualmente las mujeres de nuestros días. No me refiero solamente a las que llenan los autobuses que transportan personal a las numerosas textileras que se han establecido en la capital y su periferia. Las mujeres que han alcanzado un nivel de escolaridad superior tampoco escapan a la saturación del mercado laboral. Ellas deben sacrificar mucho más que sus competidores masculinos. Para competir deben renunciar a aquellas cosas propias de la feminidad, a saber: su autenticidad, unicidad, amabilidad y maternidad, entre otras. Todo para ajustarse a los esquemas y criterios de éxito de una sociedad que se empeña en destruir en sus integrantes aquello que es confiere verdadero significado y valor.

Una acción personal


Infortunadamente no puedo transformar el mundo y quizá aún pudiendo no debería hacerlo. Lo que si me resulta posible, en cierta medida, es restituir aquello que por derecho les pertenece y se les arrebata. A mi esposa el respeto, la estima y la admiración que se deben. A mi hija el apoyo que necesita para que su madre pueda ejercer la maternidad que ambas necesitan para ser felices, así como el orgullo de ejercerla. A mi madre y demás mujeres el corregir -al menos en mi mismo- los defectos y evitar los errores por los que padecieron a causa de mis congéneres. A mi contraparte y ayuda idónea el reconocimiento que merece como ciudadana y profesional. Y finalmente, la eterna gratitud a todas ellas sin quienes mi existencia y forma de pensamiento no serian posibles.

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